Me siento triste cuando «todo» está bien

Quizás desde fuera todo parece normal. Estás trabajando, estudiando, y publicas una que otra sonrisa en redes sociales. Pero por dentro… hay algo roto. Te cuesta levantarte por las mañanas, sientes un peso constante en el pecho, y las cosas que antes te entusiasmaban ya no tienen sentido.

Y lo más duro es esta pregunta silenciosa que se repite en tu interior:
¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento así?

La respuesta no siempre es fácil. Pero hay algo que necesitas saber desde el principio:

No estás solo. No estás roto. Estás herido. Y puedes sanar.

¿Qué es realmente la depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021), que afecta a más de 280 millones de personas en el mundo. No es tristeza común. No es flojera. No es debilidad. Es una condición seria y tratable.

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Tristeza persistente o vacío emocional.
  • Pérdida de interés o placer en lo cotidiano.
  • Cambios en el sueño o el apetito.
  • Fatiga constante sin causa aparente.
  • Sentimientos de culpa o inutilidad.
  • Pensamientos de muerte o deseos de desaparecer.

A nivel cerebral, está vinculada con desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina mientras que a nivel espiritual, puede sentirse como una noche oscura del alma.

Y no, la fe no te inmuniza contra la depresión. Pero sí puede ayudarte a salir de ella con más esperanza.

¿Puedo tener depresión aunque sea creyente?

Sí. Muchos católicos —sacerdotes, religiosas, padres de familia, jóvenes— viven con depresión. Algunos en silencio. Otros en lucha abierta.

Santa Teresita del Niño Jesús atravesó profundas oscuridades. San Juan de la Cruz escribió sobre “la noche oscura del alma”. Y el mismo Jesús, en Getsemaní, dijo:

“Mi alma está triste hasta la muerte” (Mateo 26,38)

Creer en Dios no significa no sufrir. Significa que no sufrimos solos.

Cuando ni rezar consuela

Quizá uno de los momentos más angustiantes para quien tiene fe es descubrir que ya no puede rezar como antes. Que la oración parece vacía. Que Dios se siente distante.

Este tipo de sequedad espiritual es común en procesos depresivos. Y no significa que has perdido tu fe. Significa que tu alma necesita cuidado, descanso, contención. La fe no siempre se expresa con entusiasmo; a veces se expresa con silencio, lágrimas y resistencia interior.

“Dios no se ha ido. Guarda silencio para enseñarte a escuchar de otra manera.”

La depresión también afecta el cuerpo

  • ¿Duermes demasiado o muy poco?
  • ¿Comes sin hambre o no puedes comer?
  • ¿Te duele el cuerpo aunque estés sano?
  • ¿Tienes la sensación de estar “apagado”?

Estas son formas en las que el cuerpo “grita” lo que el alma calla.

El tratamiento adecuado puede incluir psicoterapia, medicación, acompañamiento espiritual y cambios de estilo de vida.
👉 No temas buscar ayuda profesional. Cuidarte es un acto de amor a ti mismo… y también a Dios, que habita en ti.

Un testimonio real

“Me llamo Clara. Tenía todo para ser feliz: una familia, trabajo, amigos. Pero me sentía vacía. Dejé de disfrutar, de orar, de salir. Pensaba que era una decepción para Dios. Hasta que comprendí que Él no me pedía perfección, sino sinceridad. Busqué ayuda profesional y comencé un proceso profundo de sanación. No fue fácil, pero aprendí que incluso en mi debilidad, soy amada.”

¿Cómo saber si necesito ayuda?

Hazte estas preguntas:

  • ¿He perdido el interés en las cosas que me gustaban?
  • ¿Siento que no tengo propósito?
  • ¿Estoy cansado emocional y físicamente todo el tiempo?
  • ¿He tenido pensamientos negativos sobre mí mismo o sobre la vida?

Si respondiste “sí” a más de dos, no lo ignores. No estás exagerando.
Escúchate. Ámate. Pide ayuda.

Señor Jesús, hoy no tengo palabras hermosas.
Estoy cansado. Estoy triste. No sé qué me pasa, pero aquí estoy.
Te entrego mi silencio, mis lágrimas, mi desesperanza.
No me dejes solo.
Aunque no te sienta, quédate conmigo.
Amén.

Esto no es el final

La depresión no define quién eres. No es tu culpa. No te hace menos católico, menos fuerte, menos valioso.
Hay un camino. Y no tienes que recorrerlo solo.

Este es solo el primer capítulo del libro “Cuando todo duele: Sanar la depresión desde el alma, con psicología y fe.”
Un recorrido profundo, humano y lleno de esperanza para quienes necesitan encontrar sentido, paz y luz.

💬 ¿Te sentiste identificado con lo que acabas de leer?

Si estás buscando apoyo psicológico que respete tu fe y te ayude a sanar desde el alma, te invito a agendar una sesión conmigo.
Atiendo desde cualquier país, en línea, de forma confidencial y profesional.

📍 Puedes agendar tu cita Virtual en: www.psicoday.com / +593 99 463 9096 (WhatsApp)

Dios no ha terminado contigo. Tal vez, justo ahora… está empezando a reconstruirte.

Autor: Psicóloga Clínica Dayra Vega
Maestrante en Psicología Clínica – Diplomado en Teología Moral y Liderazgo Católico

Un comentario en «Me siento triste cuando «todo» está bien»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *